I + D
Naturaleza por todos los poros
28/05/2004
El reencuentro urbano con la naturaleza.
La cena “Sentido orgánico”, que Mugaritz ofreció en 2004 en Barcelona, en el marco de Stravaganza Mediterránea, demostró que se podía trasladar un bosque del País Vasco a un hotel de Barcelona para que los comensales saboreasen no solo alimentos, sino también ideas, conceptos y fantasía. Para ello tuvimos que aplicar los conocimientos que habíamos ido adquiriendo sobre botánica y que habíamos recopilado en el libro Clorofilia, publicado ese mismo año.
El menú ofrecía al urbanita la posibilidad de reencontrarse con la naturaleza a través de elementos vegetales que surgían de las cabezas de porcelana desarrolladas para la ocasión por el diseñador Santos Bregaña, adaptando una escultura de Brancusi, y proponía un maridaje sin alcohol, a base de infusiones tibias, calientes o frías.
El agua que los comensales encontraban en sus vasos provenía, según se les informaba, de los arroyos cercanos a las cuevas de Zugarramurdi, en Navarra (famosas por las celebraciones paganas oficiadas por las brujas o sorgiñak, en euskera, tan importantes en la mitología vasca, y consideradas por la Inquisición como prueba de actividad hereje), a los que acudían a beber las lamias (personajes mitológicos vascos similares a las sirenas, pero con las extremidades inferiores de un pato). De este modo se pasaba de beber simplemente agua a beber agua con raíces.